Tras diez años al mando de la sala de máquinas merengue, el adiós de Toni Kroos al Real Madrid tiene unas implicaciones enormes que obligarán al club blanco a tomar decisiones de calado y que, inevitablemente, influirán en la forma de jugar de los de Ancelotti.
Es por eso por lo que el técnico italiano y todo su equipo han empezado ya a trabajar, de la mano de la dirección deportiva, en la búsqueda de la mejor solución para el club, y determinar la necesidad o no de cubrir su baja mediante algún futbolista del mercado.
De momento, tal y como se viene publicando en los mentideros de la capital de España, los escenarios que estaría barajando el técnico italiano serían tres.
El primero, jugar con un esquema 4-3-3 en el que Bellingham pasase a jugar de interior para dejar que arriba sean Vinicius y Rodrigo por las bandas y Mbappé por el centro los encargados del gol.
El segundo, cambiar el sistema a un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo, con Tchouaméni de volante, acompañado de Valverde, por un lado, y Bellingham por otro, Güller o Rodrygo de mediapuntas, y Vinicius y Mbappé arriba.
El tercero y último, jugar con un 4-4-2 con un doble pivote formado por Tchouaméni y Ceballos o Valverde, acompañados en la parte de arriba de Bellingham a un costado, Valverde o Rodrygo en el otro, y Vinicius y Mbappé en busca del gol.
En manos de Ancelotti y de José Ángel Sánchez queda decidir si apostar por alguna de estas modificaciones o sacar la chequera e ir a por el que sería el recambio más natural del alemán, Florian Wirtz.