La más que discreta temporada del Atlético de Madrid ya tiene consecuencias en la dirección deportiva.
Tal y como han acordado Gil Marín y Andrea Berta, serán varios los futbolistas de la actual plantilla que abandonen el equipo a final de temporada con el objetivo de comenzar un nuevo proyecto.
De entre los diferentes nombres que han salido a la luz saldrán a la venta una vez comience el mercado de verano sobresale uno por encima del resto: el de Jan Oblak.
El que fuera el guardameta más caro de la historia atlética (16 millones de euros) será puesto en el mercado, sabedores de su gran cartel y de que, pese a que tiene contrato hasta 2028, sus 31 años obligan a una pronta salida para poder sacar, al menos, 30 millones de euros.
Ese sería el precio de salida por el internacional por Eslovenia y cuya salida permitiría liberar una de las fichas más altas de la plantilla rojiblanca: nada más y nada menos que 20 millones de euros brutos por temporada.
Con esos 30 millones y el espacio salarial que liberaría Oblak, se podrían permitir el fichaje de un recambio de garantías como, por ejemplo, el de Giorgi Mamardashvili, cuyo precio rondaría los 30 millones, pero con un salario de apenas 1,5 millones y solo 23 años.
Marco Carnesecchi (Atlanta), Guillaume Restes (Toulouse) o Bart Verbruggen (Brighton & Hove Albion) son otros de los porteros que Berta tiene en cartera por si falla el georgiano.