Ya se acerca el final de la temporada, es hora de empezar la planificación para la siguiente y cómo consecuencia, tomar decisiones. El Barça, que se encuentra aún en un escenario bastante complejo con toda la situación del “Fair Play” financiero entre otros, sabe que debe tomar decisiones drásticas y hacer una gran venta este verano o al menos, vender algún activo para poder incorporar jugadores en posiciones más urgentes.
Algunas de las demandas más prioritarias y específicas son la continuidad de Joao Cancelo como lateral —o fichar a uno nuevo—, la llegada de un pivote defensivo de clase mundial y un extremo que pueda desbordar a pesar de que ya poseen a Lamine Yamal en esa posición. Estás serían las posiciones en las que están trabajando aunque el staff técnico y Deco tienen bastante claro que la gran mayoría de los jugadores de la plantilla actual no tienen pensado salir, pero no habrá alternativa: hay que vender.
Desde la dirección deportiva saben que la posición de central es la que mejor cubierta tienen y por lo tanto, con la que mejor podrían trabajar para poner alguno de ellos en el mercado aunque también comentan y que no se van a volver locos vendiendo futbolistas que se consideran estratégicos. Aún así, saben qué como mínimo deben ingresar dinero por dos jugadores de la plantilla actual.
Las fuentes del club indican que las apuestas de futuro para del Barça son Ronald Araujo y Pau Cubarsí, que van a recibir sus respectivas ofertas de renovación muy pronto para dejarles claro que el club cuenta con ellos para el presente y el futuro. Por otro lado quedan Koundé, Íñigo Martinez, Eric García, Chadi Riad y Christensen, que si llegara una buena oferta de Europa o de la Premier League por ellos, el FC Barcelona podría valorar su salida y desprenderse de alguno de ellos.