Cuando todo parecía indicar que Croacia y Luca Modric ya lo tenían todo hecho, la que fue campeona del mundo en 2018, Italia los dejó en la lona anotando un gol en el descuento para certificar su pase a la final y dejar a Croacia como tercera de grupo y dependiendo de los duelos entre Inglaterra y Eslovenia, y Turquía y República Checa.
Tras un inicio prometedor, el conjunto italiano atacó con peligro un par de veces la portería croata. La ocasión más clara del partido la tuvo Bastoni antes de la media hora que el guardameta croata consiguió desviar a córner.
Croacia quiso llevar el ritmo del encuentro con un poco más de pausa, para mantener el resultado y encontrar el gol en alguna jugada aislada, pero una vez pasado el ecuador del partido, salió del vestuario con una marcha más para intentar certificar su pase a octavos de final.
Modric, que previamente había fallado un penalti detenido por Donarumma tras una mano del italiano Frattesi que fue revisada por el VAR, el croata terminó marcando después de un disparo de Budimir y anotó el que sería el 1-0.
En el minuto 98, y a pesar de que Italia estaba apagada y con poca energía, fue Zaccagni quién envió el balón al fondo de la red certificando el pase de los italianos a octavos de final.