Tan solo cinco años de que se pusiera por primera vez en marcha en el fútbol profesional europeo (a la vez en los campeonatos de la Serie A italiana y la Bundesliga alemana), el VAR podría desaparecer de una de las competiciones más importantes del mundo.
Hablamos de la Premier League, donde las quejas sobre el uso de la Video Assistant Referee, ha provocado que uno de los componentes de la máxima competición del fútbol inglés, el Wolverhampton, haya forzado una votación oficial y vinculante sobre la eliminación del VAR a partir de la temporada 2024-2025.
Si no se retracta y la retira, en principio, esta tendrá lugar una vez concluya el actual campeonato y, en caso de conseguirse una mayoría suficiente, se acabaría con la tecnología de asistencia al arbitraje en la Premier League.
Si bien es cierto que casi todos los clubes se han quejado del VAR en algún momento desde su instalación en la competición en 2018, también lo es que no es seguro que los Wolves vayan a poder conseguir la mayoría necesaria para quitarlo.
De conseguirlo —y salirles bien— no hay que descartar que se produzca un efecto cascada que acabe por devolver al fútbol a lo que era antes de la llegada de la tecnología al balompié.
Y es que, lejos de conseguirse la justicia que se proclamaba a los cuatro vientos llegaría de la mano de esta, el VAR ha generado una suerte de desazón entre los amantes del fútbol que puede acabar llevándoselo por delante, para sorpresa de propios y ajenos. Los Wolves, de momento, ya han puesto la primera piedra para erradicarlo del fútbol inglés.