Aunque el Fútbol Club Barcelona insiste en asegurar que todavía no descarta que sea el club quien acabe vistiendo a las diferentes secciones azulgranas a partir de 2028, lo cierto es que todo parece reducirse a un duelo entre dos gigantes de la ropa deportiva como Nike y Puma.
Y es que, pese a la “más que buena” relación existente entre la marca estadounidense y el club catalán que ha subrayado desde siempre el presidente Joan Laporta, la complicada situación económica del Barça y el esfuerzo económico “insuficiente” de Nike, están haciendo tambalearse la relación Barcelona – Nike.
Sobre todo desde que la marca europea irrumpiera en escena con una oferta mucho mejor que la que ofrecen los americanos, ya que, la mejora de Nike para llegar a los 75 millones, está muy lejos de los 100 fijos + 20 variables que ofrecería Puma.
Una distancia insalvable que, según los expertos, dudosamente haría más rentable la comercialización de las equipaciones culers bajo su propia marca, por lo que, salvo un esfuerzo mayúsculo final de Nike, todo apunta a que serán los alemanes quienes se conviertan en la nueva marca que vista al Barça a partir de 2028.